Cuando te conviertes en madre, una de tus principales preocupaciones es que tus hijos estén bien alimentados. De acuerdo a la Organización Mundial de Salud, la nutrición que les brindes durante los primeros años será determinante para el resto de su vida. Por eso, es fundamental conocer los mejores alimentos para bebés y niños con defensas bajas, y fortalecer su sistema inmunológico.
Está comprobado que la lactancia materna les otorga a los niños los nutrientes que necesitan, además de transmitirles los anticuerpos que necesitan durante los primeros meses de vida.
Por eso, lo más recomendado para la salud y nutrición infantil es alimentarlos con leche materna hasta los 6 meses. Después de esa edad debes incluir alimentos complementarios en su dieta.
Recordemos que tener un bebé en casa implica pensar en que todo debe ser seguro para reducir los riesgos de cualquier tipo de accidente, pero ¿qué pasa cuando el accidente lo ocasiona la comida?
No se puede simplemente no darles comida para así evitar que se ahoguen, la crianza de un niño requiere que los padres recurran a medidas creativas para solventar los inconvenientes que se presentan en el día a día. Cuando los niños comienzan su aventura por los caminos de los sólidos, suele ser normal que se atraganten, están apenas aprendiendo a comer y con la falta de práctica vienen incluidos ciertos incidentes como tragar trozos de comida más grandes de lo que pueden manejar.
Atragantarse no es ahogarse
Por ende, no debemos alarmarnos si se atragantan, ellos por lo general lo superan rápido y continúan con el siguiente bocado, a menos que no sean un simple atragantamiento, pero siempre hay que tener presente que los riesgos de ahogamientos son menores mientras mayor sea su experiencia con los sólidos.
Alimentadores
Para iniciarlos en el mundo de los sólidos sin preocuparse por el riesgo de ahogamiento, se puede recurrir a los alimentadores de chupa, estos interesantes accesorios permiten colocar en su interior los alimentos y el bebé succionará los nutrientes de este, además comenzará a tener contacto con alimentos distintos a la leche materna o el biberón lo que lo irá haciendo que se acostumbre al saber de nuevos alimentos. Con los alimentadores hay cero riesgos de atragantamientos (para los más preocupados) o ahogamientos, es también una forma segura de iniciarlos por ejemplo a las frutas.
Otro beneficio de los alimentadores es que con ellos se pueden reducir las tomas de leche del bebé, haciendo que un futuro sea menos traumático el destete (para unos es más fácil dejar la lactancia que para otros).
Hay que entender de manera rápida, que atragantarse y ahogarse no es lo mismo. Todos nos atragantamos, los niños con mayor razón porque están en pleno proceso de aprendizaje, atragantarse es apenas una obstrucción fugaz en el camino hacia el estómago, por eso, una buena manera para que se acostumbren a los sólidos es ir acostumbrándolos desde muy pequeños (entre los 4 y 6 meses) a porciones de comida manejables, de esta manera los sólidos no serán un reto para ellos más adelante. Ya que, si por el contrario tardan mucho en probarlos, les será más difícil acostumbrarse a comer cualquier cosa que no haya pasado previamente por la licuadora. Por otra parte, el ahogamiento es cuando los trozos de comida obstruyen las vías respiratorias, lo cual sí es grave pues puede llevar a la asfixia.
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