Alimentos poco hechos: Pescados y mariscos sin cocer (despídete del sushi), carne poco cocida y el pollo deben evitarse debido al riesgo de contaminación por bacterias, la toxoplasmosis y la salmonelosis.
Fiambres: Pueden estar contaminados por una bacteria llamada Listeria, que puede causar aborto involuntario.
Pescado con altos niveles de mercurio: El mercurio consumido durante el embarazo se ha relacionado con retraso en el desarrollo y daño cerebral. Mantente alejada del tiburón, pez espada, caballa, mero, lubina, atún, entre otros... El atún claro enlatado tiene una menor cantidad de mercurio, pero se debe consumir con moderación.
Quesos blandos: Evita los quesos blandos como el queso azul, queso feta, brie, camembert y queso estilo mexicano. Estos quesos están por lo general sin pasteurizar y pueden albergar también la Listeria. El queso duro, queso fundido, queso crema, queso cottage y el yogur se puede comer sin miedo.
Huevos crudos o poco hechos: Deben evitarse debido a su alto riesgo de salmonelosis. La mayonesa, helados caseros y salsa holandesa suelen estar hechos con huevo crudo, así que es mejor evitarlos.
Alcohol: Debes de dejar de consumir alcohol, tan pronto como te enteres de que estás embarazada. La exposición prenatal al alcohol se ha relacionado con el parto prematuro, retraso mental, defectos de nacimiento y bebés de bajo peso al nacer.
Cafeína: Puedes consumir cafeína con moderación, pero debes evitar la cafeína durante el primer trimestre para reducir la posibilidad de aborto involuntario. La cafeína debe limitarse a menos de 300mg por día durante el embarazo. Asegúrate de beber mucha agua, zumos y leche.
