A día de hoy se tiene la costumbre irremediable de calzar a los niños aún cuando ni siquiera pueden caminar, lo cual es uno de los errores más comunes que comenten los padres.
¿Por qué no calzar al bebé?
Al nacer los pies del bebé son mucho más sensibles que los de los adultos, esto se va perdiendo con el crecimiento en los primeros dos años, sin embargo, hasta entonces
los pies, junto con las manos y la boca son el medio con el que los bebés exploran el mundo que los rodea, aprendiendo a manejar la información sensorial y adquiriendo la primera noción del “yo”, del espacio, el tiempo y la idea de causalidad. A toda esta etapa se le conoce como “Etapa Sensomotriz”.
Esto hace que los zapatos, mientras aún no caminan, sean innecesarios (razón por la que muchos niños luchan constantemente por
quitarse los zapatos). Los niños además crecen muy rápido en sus primeros años de vida, por lo que sentirán incomodidad con los zapatos los cuales no es recomendable calzárselos por mucho tiempo ya que pueden comenzar a interferir con el crecimiento y correcto desarrollo de los pies. Si es necesario por las razones que sean el calzarlos, lo mejor es
usar zapatos de tela, cómodos que les ofrezcan el espacio para que sus deditos
puedan moverse.
Los pies y la inteligencia
Los pies como receptores contribuyen a un mejor desarrollo de la inteligencia del bebé ya que esta se da mediante: la maduración del sistema nervioso, esto es la capacidad de diferenciar y discriminar cada vez un mayor número de estímulos y tiene que ver con la diferenciación de células nerviosas. La experiencia de interacción con el mundo físico, esto es la manipulación, el manejo de los objetos. Significa conocer el funcionamiento de los objetos a través del uso; este desarrollo no sería posible sin esa manipulación pues la maduración del sistema nervioso no es independiente de la experiencia, por ende, mientras más investiguen y exploren, más aprenderán.
Medias, bebés y comodidad
Por su lado, las medias no representan estas limitaciones sobre los pies. Estas ofrecen comodidad y abrigo al bebé cuando este así lo requiera, tampoco entorpecen el correcto crecimiento de los
pies y son causales de cualquier deformidad de los dedos, aún así, los ideal es que el bebé interactúe lo mejor posible con su entorno y esto se consigue estando descalzo por lo que, las medias no deben ser obligatorias todo el día y sólo cuando sean necesarias por temperaturas bajas o si se debe salir y los padres no quieren exponer los piecitos a la contaminación ambiental. Pero en casa, mientras más descalzos estén, mejor más felices serán ellos, su inteligencia, y sus piecitos.
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