Señales de autismo

Señales de autismo: conductas que los padres deben conocer
El Trastorno de Espectro Autista (TEA) suele aparecer en los primeros años de vida, y diagnosticarlo en etapas tempranas puede ser crucial para el desarrollo del niño a largo plazo.

El Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades del gobierno de Estados Unidos explica signos comunes del TEA. Es importante recalcar que el hecho de que un niño presente estos síntomas no significa que necesariamente tenga el trastorno.
Sin embargo, cuanto más se presenten estos comportamientos, más atención hay que ponerles y acudir con un especialista que determine si el niño tiene o no autismo.

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Golpearse la cabeza
Como parte de la autoestimulación, los niños con TEA pueden desarrollar otro comportamiento repetitivo, el cual es más perjudicial: golpear la cabeza contra superficies.
Para evitar esta conducta, es útil distraer a los infantes con algún otro estímulo. La mayoría de las veces es necesario impedir que continúe esta situación de manera inmediata. No importa qué tanto protesten, debe hacerse porque pueden llegar a lastimarse.

Aplaudir
La mayoría de los niños hacen esto durante los primeros años de vida. Hasta los 3 años, aplaudir repetidamente es normal. Pero los pequeños con autismo continúan con este comportamiento después de esta etapa.
Esta es una forma de autoestimulación, un tipo de hábito que los niños con autismo realizan cuando hay demasiada estimulación en el ambiente, a la cual ellos tienen una mayor sensibilidad. Por consecuencia, tienden a concentrarse en una única sensación.
Existen más de estos comportamientos e incluyen estímulos visuales, táctiles, sonoros, de movimiento, entre otros.

Berrinches sin razón
No hay padres que no hayan tenido que lidiar con berrinches en público, con llantos en voz alta y gritos. La diferencia es que los niños con autismo suelen hacer berrinche no por capricho, sino por la sobrecarga de estímulos que tienden a experimentar en lugares públicos.
Y si los niños no paran de llorar o gritar aún cuando se les da lo que desean, es una señal a la que los papás deben estar atentos.

Agresividad extrema
Es normal que los niños lleguen a pelearse con otros pequeños o con sus padres de manera un tanto violenta, en ciertos momentos. Con el autismo acostumbran a hacer lo mismo, pero aparentan que lo están disfrutando.
De acuerdo con Raising Children, una organización apoyada por el gobierno australiano, los pequeños con autismo pueden atacar o comportarse agresivamente con adultos u otros niños por las siguientes razones:

- Los niños con autismo no entienden lo que sucede a su alrededor (las señales no verbales de los otros).
- No pueden comunicar sus deseos o necesidades.
- Están muy ansiosos o tensos.
- Tienen la necesidad de autoestimularse, debido a una sobrecarga sensorial.
- Buscan escapar de situaciones estresantes.

Obsesión con los objetos
En el video de Autism Family se habla de una obsesión donde los niños vierten los líquidos de una taza a otra, lo que es común en las personas con autismo.
Todos los niños disfrutan jugando con líquidos, pero para aquellos que viven con autismo, el juego puede convertirse en una obsesión, pueden llegar a hacerlo hasta por horas, dependiendo del grado de su condición.

Irritarse con los cambios pequeños
Los niños con autismo pueden estresarse cuando algo en su rutina se modifica. Por más pequeño que sea el cambio, los pequeños pueden enojarse y ponerse ansiosos.

Evita el contacto visual
Una de las señales más conocidas del autismo es evitar el contacto visual. Cada persona con TEA tiene diferentes motivos para evitarlo, pero parece ser un signo común en la mayoría. Generalmente permanece durante toda la vida, incluso en la edad adulta.

Falta de respuesta
Cuando los niños no contestan, los padres suelen creer que se debe a que su hijo tiene problemas de audición. Pero en los infantes con autismo, la falta de respuesta tiene que ver más con que son distraídos o retraídos.
Por el contrario, las personas con autismo son muy sensibles a los ruidos y perciben los estímulos sonoros con mayor intensidad que el común de las personas. Por ello, les es más difícil filtrar los sonidos para poder diferenciarlos.

Caminar en puntillas
Es habitual que los pequeños intenten caminar con la punta de sus pies, a modo de juego. Pero se debe prestar atención de cuantas veces se repite esta acción, para diferenciar si es un comportamiento común o un síntoma de autismo.

Falta de comunicación
Si el niño usa pocas palabras a la edad de tres años en adelante, podría significar una señal de autismo. La falta de habla no siempre se presenta en todos los infantes con autismo, pero eso no quiere decir que sepan cómo comunicarse.
Muchas veces repiten constantemente la misma palabra o frase por un largo tiempo, no porque esté aprendiendo, sino como un acto obsesivo.

No responde al nombre
Si el niño no reacciona cuando se le dice su nombre, a los 12 meses de edad o después, puede significar la presencia de trastorno autista.


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